Los patrones climáticos están cambiando globalmente y no sorprende que el cambio climático siga siendo la principal amenaza percibida para nuestro futuro, especialmente en un momento en el que todos somos conscientes de los efectos que está planteando.
Más países están haciendo el desafiante llamado a una respuesta global para lidiar con sus impactos y las medidas que deben tomarse. Hablamos con Ashley Conrad-Saydah para averiguar más sobre el lugar de California en la lucha contra el cambio climático.
Ashley es estratega del clima y energía y experta en políticas públicas, radicada en California, EE. UU. Su impresionante carrera abarca el cambio climático, las energías renovables, la justicia ambiental y la educación, comenzando en la academia antes de pasar a desempeñar roles gubernamentales en la agencia “Bureau of Land Management and California Environmental Protection” y ahora es consultora independiente.
California es un estado muy familiarizado con los efectos del cambio climático al ver el aumento de las temperaturas, el aumento del nivel del mar y los incendios forestales que han consumido más de 4 millones de hectáreas en 2020. En respuesta, California ha tomado medidas audaces para combatir los impactos del cambio climático, implementando políticas históricas enfocadas en reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero. California también fue uno de los miembros fundadores de la Alianza Climática de los Estados Unidos, junto con Nueva York y Washington, formada el 1 de junio de 2017, luego del anuncio del presidente Donald Trump de retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París.
Al discutir el enfoque de California con respecto al cambio climático, Ashley explica que se centra principalmente en la mitigación, un enfoque que tiene como objetivo la reducción y prevención de las emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con la adaptación, que busca adaptarse a la vida tal como es ahora en nuestro clima cambiante y trabajar para reducir nuestra vulnerabilidad a sus efectos inevitables. Ashley explica que “a menudo, incorporar la capacidad de adaptación y mejorar la resiliencia dentro de una comunidad es un esfuerzo reactivo más que proactivo. A medida que experimentamos más y más de estos factores estresantes naturales, tenemos que descubrir cómo ser más proactivos ".
La necesidad de un enfoque más resiliente al cambio climático es algo con lo que Ashley lidió durante su mandato como Subsecretaria de Política Climática en la Agencia de Protección Ambiental de California cuando el condado de Tuolomne fue consumido por el incendio del Rim en 2013, liberando un estimado de 11 millones de toneladas métricas de gases de efecto invernadero.1 En respuesta a este desastre, Ashley codirigió la creación e implementación del Programa de Resiliencia Comunitaria y de Cuencas, una subvención de $ 70.3 millones diseñada para integrar la mitigación, la resiliencia y la adaptación en la preparación para futuros incendios forestales.
Ashley es una defensora de las soluciones climáticas basadas en la naturaleza, como la conservación, la restauración y la mejora de la gestión de la tierra.2 En su calidad de Investigadora Asociada en el California-China Climate Institute, trabajó con The Nature Conservancy para producir un documento y un mapa de historias que detalla las oportunidades para acelerar las inversiones en soluciones climáticas basadas en la naturaleza en todo el estado. Actualmente lidera una investigación adicional para el Instituto que cuestiona el por qué California no ha invertido en soluciones climáticas naturales y, en su lugar, elige hacer “grandes inversiones en transporte como algo independiente, energía como algo independiente y no avanza en un enfoque más integral y coherente donde entendemos el tire y afloje entre cada uno de esos sectores".
Para Ashley, romper este enfoque sectorial es uno de los mayores desafíos en la lucha contra la emergencia climática: "Hemos puesto el clima en una pequeña caja en lugar de decir, “es parte de todo”. California ya está avanzando para alejarse de una toma de decisiones más aislada con su Strategic Growth Council, que reúne a secretarías de diferentes agencias estatales como la Agencia de Recursos Naturales, la Agencia de Salud y Servicios Humanos, y la Agencia Estatal de Transporte. El Consejo es responsable de que cada agencia trabaje en conjunto para apoyar el crecimiento, la sostenibilidad, la salud y la equidad en todo el estado. Ashley cree que “en el momento en que todos estos departamentos estén en el mismo espacio teniendo esa conversación, ya comienza a desglosar algunos de estos enfoques sectoriales. Cuanto más podamos hacer eso, más captaremos esta idea de que la movilidad y las reducciones de emisiones están vinculadas a la salud o a la creación de empleo, por ejemplo, y no son piezas desconectadas que estamos tratando de lograr sin coordinación".
Por último, Ashley destaca el importante rol que desempeñan las personas que toman las decisiones locales en la lucha contra el cambio climático y la construcción de resiliencia en sus comunidades. “Los locales electos deben comunicarse de tal manera que la gente comprenda que ellos tienen más opciones en la forma en que se desarrollan sus comunidades y que las decisiones que toman tienen un gran peso en términos de implicaciones globales”.
¿Qué podría hacer el sector del transporte?
También analizamos qué rol específico podría desempeñar el sector del transporte en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, el cual en California produce alrededor del 40 % de sus emisiones totales. Reconocidas por estar centradas en los automóviles, algunas ciudades alrededor del Golden State están tomando medidas para reducir la cantidad de viajes en vehículos de una sola persona mejorando el acceso peatonal, en bicicleta y en transporte público. Desencadenando un movimiento audaz en septiembre de 2020, el gobernador de California, Gavin Newsom, prometió un objetivo ambicioso para que todos los vehículos de pasajeros y camiones nuevos, vendidos en el estado estén libres de emisiones para el 2035. Ya se había adoptado una regulación similar en 2019 que requiere que todos los autobuses de los aeropuertos más grandes se encuentren libres de emisiones para 2035.
Mejorar la sostenibilidad del sector del transporte de carga de California también es de gran importancia para el estado. La red de carga de California aporta aproximadamente un tercio de su PIB, pero también es responsable de generar una gran parte de sus emisiones de gases de efecto invernadero. Ashley nos cuenta sobre el California Sustainable Freight Action Plan, desarrollado en 2016, que establece recomendaciones para una visión a largo plazo de 2050 para su sistema de carga. Al discutir qué otras medidas podrían tomarse, Ashley propuso la necesidad de "más responsabilidad del productor principal y más medidas secundarias del sector de residuos" para reducir la cantidad de empaques utilizados, por ejemplo, más de estos productos pueden caber en un camión y por lo tanto reducir la cantidad de carga que se mueve por el estado. Ashley también destaca que con un empaque menor o más ligero existe la oportunidad de que la nueva movilidad, como las patinetas eléctricas, forme parte de la primera/última milla del viaje de carga. Aunque California aún no está en este punto, Ashley confía en que el estado continuará por su camino innovador y seguirá siendo un "gran modelo a seguir y líder en la acción climática".
Desafíos y oportunidades de la pandemia
No podríamos dejar de preguntarle a Ashley sobre la pandemia del COVID-19 y cuáles considera que han sido los resultados positivos del confinamiento. "Definitivamente el beneficio de ver datos y cambios de comportamiento que nunca podríamos haber aplicado", reflexiona. “No había forma de que pudiéramos haber pedido que todos se quedaran en casa para ver los cambios en las emisiones del transporte. Por supuesto, lo que vimos fue una caída en picada de las emisiones en todo el mundo y eso, para mí, es un lado positivo de la pandemia: de hecho, aprenderemos cómo el cambio de comportamiento a escala global puede marcar la diferencia cuando se trata de proteger las cosas que nos importan."
Sin embargo, la idea de que las ciudades ya no sean un centro para el trabajo de oficina, el comercio minorista y la hospitalidad es una de las preocupaciones de Ashley sobre cómo la pandemia ha cambiado nuestras vidas. Existe el riesgo de que, si las empresas optan por el trabajo remoto permanente y devuelven las llaves de sus oficinas, las personas tengan la motivación para trasladarse de las ciudades a las zonas suburbanas, aumentando así la expansión urbana. Ashley considera que es clave para las personas que toman decisiones locales liderar conversaciones sobre cómo se podrían reutilizar las oficinas vacías, o cómo se puede motivar a las personas a usar el transporte público o los modos de viaje activos, en lugar de utilizar sus automóviles. “Estamos en deuda con todos nosotros para presentar nuestras ideas y decir: ¿Cómo es mi vida después de la pandemia?. Deberíamos contactar a nuestros representantes locales, realizar una reunión abierta y preguntar a las personas qué valoran y cómo quieren salir de esta pandemia de la manera correcta". Finalmente, con un cambio en el liderazgo federal a principios de 2021, Ashley espera que las políticas federales "obtengan los mejores ejemplos de los estados". Ella espera ver "grandes avances a nivel nacional para abordar el cambio climático, lo que a su vez, impulsará la creación de empleo, la protección ambiental y mejoras en la salud pública".
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